Esta visión que describo aquí, apareció a mi vista confusa, estando una cierta noche ocupado con mis libros.
Vi un sapo rojo, beber el jugo de unos racimos con gran avidez, fuertemente
hasta estar sobrecargado de este licor y reventar.
De su cuerpo empozoñado echó un veneno mortal; el dolor que sintió hizo
que empezara a hincharse en todas las partes de su cuerpo.
Se aproximó a su secreta caverna, todo repugnante por un sudor infecto
y de los vapores pestosos y humeantes de su aliento, envenenó a toda
su guarida.
De cuyos vapores se formó un humor dorado, después de algún
tiempo, en el espacio de este lugar; que fue goteando de lo alto de la bóveda,
manchó la tierra en un rocío de color rosado.
Cuando su cuerpo empezó a coger fuerzas, el aliento vital le faltó.
Y este Sapo moribundo se volvió primero parecido a carbón ( a
causa de su color negro ); estando así sumergido en el diluvio empozoñado
de sus propias venas, durante el espacio de 80 días se estuvo asando.
Intenté eliminar este veneno, y a este efecto puse su esqueleto sobre
un fuego suave; lo que produjo una cosa sorprendente de ver, pero aún
más de contar.
Este Sapo estaba penetrado por todas partes de colores raros, y cuando
toda esta diversidad de colores pasó, apareció el blanco.
Tiñéndose a continuación de color rojo, permaneció siempre
en este estado.
Hice a continuación una Medicina, de este veneno así preparado;
de este veneno digo, que mata, y que cura a aquel que se aventura a tomarlo.
Gloria sea a aquel que da estos Secretos, honor y alabanzas eternas, con
acción
de gracias.
Así sea.
Para más información: Comentario
a la Vision de George Ripley. Ireneo Filaleteo.