Dios Padre clementísimo,
única fuente de amor y de sabiduría,
yo te ruego humildemente que me
escuches pese a todos mis pecados,
y de todo corazón te solicito, si es tu
santa voluntad, me ilumines, por la acción
de tu bendito coro celestial
de los ángeles Serafines. Santo, Santo,
Santo: Hazme recibir y madurar
el fuego de tu amor en cada partícula de
mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.
Oh Elyon, haz que tus más cercanos
ángeles, los serafines, mantengan iluminada
la antorcha de mi fe y me asistan
con los ojos de sus alas ardientes
protegiendo mi camino de realización cada
día de mi vida. Gloria a Ti, Señor. Amén."

(La imagen del Serafín forma parte del mural de la Virgen de los Niños Desfallecidos realizado por el iconógrafo Daniel Branca en nuestra librería)