Madre terrenal, madre nuestra que estás en la tierra, bendito sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino Y hágase Tu voluntad en nosotros así como en Ti se hace, Perdonarnos, igual que envías cada día a tus Angeles, envíanos también a nosotros. Perdónanos nuestros pecados, porque todos expiamos en Tí. No nos conduzcas a la enfermedad, sino libéranos de todo mal. Pues Tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amén.
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